La
telemetría es la medición y transmisión automáticas de datos por
cables, radio u otros medios desde una fuente remota.
En la
Fórmula Uno, estos datos incluyen información vital sobre el
rendimiento del motor, la eficiencia aerodinámica, la presión del
aceite, adherencia de los neumáticos y el desgaste de los frenos,
así como otras numerosas mediciones tomadas en el coche con respecto
a la progresión del piloto en la pista.
Cada segundo de cada
vuelta se pueden hacer más de 150.000 mediciones hechas a bordo de
un coche de Fórmula 1 con casi 200 sensores distintos, en promedio,
distribuidos en el coche.
Estos datos se transmiten de forma
segura, utilizando la tecnología de microondas, a los ingenieros en
el pit wall, y son compilados y procesados simultáneamente en una
amplia gama de plataformas de computación para su posterior análisis
por el equipo.
Utilizando el software creado especialmente para la
F1 se traducen todos los datos de una forma numérica a otra gráfica
para que el equipo pueda interpretar la información recopilada.
Una
vez armada, la lectura de estos gráficos suministra a los ingenieros
y técnicos una precisa imagen en tiempo real de cómo los pilotos y
los coches se están desplazando.
La
Fórmula 1 no es sólo un deporte en el que se mida la habilidad
personal de los pilotos o el rendimiento de los monoplazas. También
es un deporte de estrategias. Una estrategia acertada puede dar la
victoria a un piloto que a priori no sea favorito o que no haya sido
el más rápido durante la carrera.
Básicamente
las estrategias tienen que ver con las entradas en boxes. Por
ejemplo, el hecho de entrar antes o después que un rival, o utilizar
una dureza diferente en los neumáticos, puede variar las posiciones
de una carrera. Aunque las paradas en boxes suponen una pérdida
importante de tiempo, no siempre el que hace menos paradas es el que
gana. A veces hacer más paradas es beneficioso, ya que permite ir
más rápido en la pista y se puede compensar el tiempo que se pierde
durante la parada.
Es primordial
también tomar en cuenta los tiempos de trabajo de los equipos en los
boxes durante la carrera, ya que no todos los equipos trabajan a la
misma velocidad. En varias ocasiones se ha dado la circunstancia de
que un piloto puede perder una carrera o una posición importante en
los boxes, por algún error del equipo que le asiste. Por ello, es
vital que los mecánicos de estos equipos practiquen frecuentemente
para minimizar errores y tiempo en las paradas de los vehículos.
A partir del
2009 se prohibió la recarga de combustible durante la carrera, lo
que modificó significativamente las estrategias, eliminando esta
variable. Con la reglamentación actual, las estrategias toman menos
importancia debido a las paradas, y se reducen básicamente a las
posibilidades que ofrecen los neumáticos. Se puede parar menos veces
utilizando neumáticos más duros, que aguantan más, pero también
ofrecen menos agarre y por lo tanto, hacen que los coches sean más
lentos. La clave está en saber encontrar el equilibrio y las paradas
justas para que el proceso esté optimizado y en conjunto se sea lo
más rápido posible.
En las carreras
con lluvia, la estrategia toma más importancia, ya que es de vital
importancia saber cuando hay que entrar a cambiar los neumáticos de
seco a lluvia o viceversa. Poner unos neumáticos de lluvía sobre
una superficie demasiado seca, o unos neumáticos de seco sobre una
superficie demasiado húmeda supone una pérdida enorme de tiempo en
la pista, ya que los coches no rinden al máximo de sus prestaciones.